Era la mañana de un lunes común, al igual que tantos lunes que han despertado y pasado por nuestras vidas sin saber que pasaron; nada avistaba que éste, sería en particular, uno especial para la pequeña Sabrina…
Como de costumbre, luego de una ducha sonámbula (fría descarga de cafeína sobre la piel!), un rico desayuno a toda velocidad y una caricia de hasta luego a su gato Sebastián, salía Sabrina de la mano de su mamá a las ocho menos cuarto, rumbo a un nuevo día en su adorada escuela catalana.
En su habitual caminata matutina, Sabrina y su mamá saludaban cada estampa, cada estatua, cada personaje, que más que personas, eran ya, piezas del paisaje balanceado, de la bella ciudad de Badalona… María y su aromática panadería, Julián en la tienda de mascotas, Don Sebastián, como su gato, y los empleados de su tienda de rompecabezas, con las palomas del parque incluidas! y claro…Don Miguel en su esquina de flores…
Don Miguel, era un personaje muy peculiar… ya entrado en edad, de manos robustas, tez oscura, grandes gafas negras limosina, que ya formaban parte de su anatomía, sonrisa perenne, sus flores; y lo más importante!, sus cálidos y sabios saludos mañaneros…
Oh!, oh!...que escucho yo por ahí?, recitaba Don Miguel mientras respiraba profundo como queriendo absorber cada esencia que le brindaba la paleta de colores del paisaje a su alrededor!...si será la pequeña Sabrina vestida de azul aroma de mora, blanco suspiro de algodón dulce y cintillo de cítrico limón!; qué dice Don Miguel!, exclamó la Sabrina, los colores no tienen olor, replicó con propiedad…te equivocas Sabrinita, respondió Don Miguel, mientras con delicadeza cortaba un botón de rosa príncipe negro y carente de espinas...toma, le dijo Don Miguel, ahora, cierra los ojos y respira su color…con su inocencia característica cumplió las ordenes al pié de de la letra y sin pensar exclamó: Huele a Rosa!!!!, Don Miguel sonrió…
La mamá de Sabrina, apurada por la hora y el tema, comentó: ya nena!, deja de molestar a Don Miguel, despídete y vamos, que se hace tarde!, adiós Don Miguel, dijo a regaña dientes la pequeña mientras devolvía el botón de rosa a las manos robustas del obsequiador… no pequeña!, dijo Don Miguel, llévala contigo, para que no olvides hoy, apreciar en cada rincón, el olor de los colores. Sin más y con una tenue sonrisa, se marcharon las dos, hacia su habitual destino…
No era de esperarse, que aquellas palabras quedaran impregnadas en la gran cabecita de la Sabrina y sin dudarlo, ni un segundo, le preguntó a su maestra: “profe, los colores, tienen olor?”, a lo que tiernamente la misma le contestó: no pequeña, los colores son solo para la vista, los olores, son para el olfato y aunque a veces relacionamos uno con el otro, no es así en realidad!, por ejemplo, tus crayones, todos!, huelen a cera y sin embargo, son de colores distintos!, entiendes?, Sabrina, decepcionada, solo repostó: Si maestra, mientras la tristeza de sus dudas, agobiaban su corazón…
La mañana transcurría, mientras Sabrina, a solas, aprovechaba cada momento que podía, para acercarse a todo lo que le rodeaba y a escondidas, cerraba los ojos y respiraba profundo tratando de exprimir alguna fragancia del amplio arcoiris de colores que la rodeaban, no logrando, sin embargo, captar respuesta alguna de las columnas gris cemento, el verde pizarrón y la blanca tiza que solo la hizo estornudar…
Llegada la tarde, caminaba Sabrina de la mano de su mamá, por la misma ruta, pero inversa, de vuelta a su casa por el mismo corredor matutino que ya desprendía colores de atardecer, sin emitir el mismo, ningún olor en particular…
Ya cerca de la esquina de flores y casi de sorpresa, escuchó Sabrina la voz preocupada de Don Miguel que expresaba: Oh, oh!, que escucho por ahí?, será posible que mi pequeña Sabrina en tan corto tiempo se haya vestido de aromas diferentes en un mismo día?, qué dice Don Miguel?!, respondió Sabrina, si vengo del cole con la misma ropa de esta mañana y tengo para decirle, que los colores no tienen olor, son solo para la vista; y para las narices, que no ven!, es que existen los olores…
Una tierna carcajada desprendió Don Miguel confundiendo a la pobre Sabrina, que pensaba que el pobre viejo estaba más loquito que una cabra!...siéntate un momento a mi lado Sabrina, le pidió Don Miguel y con ojos en busca de aprobación, miró la pequeña a su madre, recibiendo un gesto de aprobación…
Los colores mi querida Sabrina, relataba Don Miguel, son los recuerdos en pinceladas que nos da la vida, para que cuando cerremos los ojos y todo esté oscuro, podamos asociar nuestros mejores momentos, con un aroma especial!...
Esta mañana, venías alegre vestida de fragancias mezcladas entre azul de moras, blanco algodón dulce y cítrico amarillo limón, sin embargo, ahora vuelves de un gris nube de lluvia, que solo opaca el dulce olor cereza de tu noble corazón…los colores mi pequeña Sabrina, tienen siempre un aroma diferente, que percibimos, no con las narices, sino con el alma y la esperanza, de que muy, pero muy dentro de nosotros, nunca dejemos de apreciar la belleza que nos rodea, aunque vivamos con los ojos cerrados…
Mientras Sabrina se marchaba de la mano de su mamá, se volteo para observar como Don Miguel, con calma y delicadeza tapaba con una tela su esquina de flores, recogía su viejo bastón lazarillo y empezaba su caminata bajo el naranja aroma del atardecer, mirando el cielo arcoiris tutti-fruti, como si su ceguera, no fuera obstáculo alguno para percibir en todo su alrededor, el olor de los colores…
Galop./
7/feb./2008
6 comments:
Ufff... cada vez tienen mayores mensajes, más profundos, más hermosos los cuentos para Sabrina. Son realmente hermosos. Éste, tiene un toque muy especial y no sólo por lo que plasmas, sino por lo que pasa dentro de Sabrina.
Pero! Debo decir que hay que revisarlo y corregir algunas cositas que lo harían un cuento sin igual.
Un abrazo
Ke belleza mi hermano no tengo palabras, lo unico ke puedo decirle es ke Dios lo bendiga y darle gracias al mismo Gippie para ke siga iluminando ese DON ke usted tiene de hacernos ver la vida de otro punto de vista de una forma totalmente real y verdadera, no de la misma forma tan ficticia de la cual muchos tratamos de vivirla sin darnos cuentas ke cosas tan pekenas tienen tanta importacia.
Gracias
El Cachorro
Ufff, que te digo. Me llegan tus cuentos. La verdad es que no se si es mi caso particular, pero logras transportarme justamente al lugar de los hechos. Soy victima fiel de la magia de tus cuentos y te pido que sigas, que no pares.
un abrazo hermano
jy
Esto lo he escuchado antes, me sacó lagrimas. Probablemente lo escuché de algun loco que me encontrara por ahí, en cualquier bar caluroso con buena música y lleno de muchachos...
Corazón déjate ver siempre, es un placer...Cariños!
sublime... me darías permiso para comentar este texto en una tesis de universidad?
se trata sobre una investigación, justamente, de la relación que los humanos damos a los colores con los olores... me encantaría comentar este texto, nombrando la fuente de donde sale, claro está
Positivo Carleta!
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