Quiero respirar el aire que respiras,
suspirar los nuevos colores que me enseñas,
alimentarme con las huellas de tus pasos,
olvidarme del daño que se expira,
enamorarme del perfume que transpiras…
Quiero descubrir esa vida,
que en tu sonrisa está escondida,
acariciar tus manos con las mías perdidas,
observar tus pupilas y hacerlas brillar,
callar tus labios, no dejarlos hablar,
quiero respirar el aire que respiras…
Frizarme como estatua al verte pasar,
pellizcarme duro al verte entrar,
asustarme cuando te vea llegar,
sonrojarme cuando te sienta acercar,
quiero respirar el aire que respiras,
quiero presentarte el corazón que por ti espera…
...un poco de poesía, es como un poco de caldo de pollo para el alma... ...lo más cursi, es tratar de negar que todos lo somos!...
Friday, December 16, 2011
Thursday, December 08, 2011
12 Maneras de Ponerse el Sombrero
Haciendo alusión a mi artista favorito,
el último Dandy de España,
el Sting de la música en español,
compuso este una producción no comercial,
sin desperdicio alguno,
y en su manera muy peculiar,
diseñó 11 maneras de ponerse el sombrero…
Hoy estudio varias veces más,
aquellas imágenes en movimiento, pero silentes,
es como si no quisieran que te disfrutara completa,
chatea, pero no la escuches,
mírala, pero siempre estática,
escúchala, pero no la veas,
mírala, pero no la escuches,
atrévete, pero no te atrevas…
En un mensaje mudo, pero con título,
risueña y coqueta,
me recita en mute,
10 razones para dejar de fumar…
yo la observo,
me sonrojo
y le contesto,
12 maneras de ponerse el sombrero…
Sobre su pelo azabache pequeña traviesa,
resalta el mensaje de su Mirada tierna,
si con su mano tomara el mismo
y escondiera su faz sólo con sus dos soles a mi vista,
serían punzadas de flechas cupidas a mi corazón…
En su hombro y mirando sonriente hacia abajo,
fuése como el llamado silente,
que busca un beso tímido en un cuello descubierto,
taparás con el sombrero el lado izquierdo de tu pecho,
con la ilusión de que luche para descubrir lo que esconde,
erguirás tu espalda y mirándome fíjamente,
taparás con el tu ombligo desnudo,
ya no quieres razones, quieres motivos,
te cubres tu oreja derecha con su abrigo,
te susurro en la izquierda mis suspiros…
Caes boca arriba en tu alfombra terciopelo,
descansas el sombrero en tu rodilla doblegada,
la proteges de aquella mordida no consumada,
se te olvida que tienes otra a la deriva…
lo colocas a tu lado, ya no toca tu cuerpo,
lo recojo y tapo tu rostro completo,
para recorrerte sin sentir tu mirada…
Con un gemido tómas el sombrero,
con las dos manos y de manera abrupta,
cierras el paso al túnel de tus piernas,
sin temor y con una sonrisa de una sola mejilla,
veo tu cara sonrojada,
beso tus labios apretados,
lanzas la fedora que tus pies recojen,
lucha esta para no ser arrugada,
entre calambres de pasión desbordada…
Cubro tu ser con mi cuerpo,
acaricio los rincones de tu alma,
me consumo en las llamas de tu aura,
la sangre gitana empieza su ebullición,
el Leo se mezcla con la Aries soñada,
el sombrero observa celoso,
abandonado y sólo desde su última posición…
el último Dandy de España,
el Sting de la música en español,
compuso este una producción no comercial,
sin desperdicio alguno,
y en su manera muy peculiar,
diseñó 11 maneras de ponerse el sombrero…
Hoy estudio varias veces más,
aquellas imágenes en movimiento, pero silentes,
es como si no quisieran que te disfrutara completa,
chatea, pero no la escuches,
mírala, pero siempre estática,
escúchala, pero no la veas,
mírala, pero no la escuches,
atrévete, pero no te atrevas…
En un mensaje mudo, pero con título,
risueña y coqueta,
me recita en mute,
10 razones para dejar de fumar…
yo la observo,
me sonrojo
y le contesto,
12 maneras de ponerse el sombrero…
Sobre su pelo azabache pequeña traviesa,
resalta el mensaje de su Mirada tierna,
si con su mano tomara el mismo
y escondiera su faz sólo con sus dos soles a mi vista,
serían punzadas de flechas cupidas a mi corazón…
En su hombro y mirando sonriente hacia abajo,
fuése como el llamado silente,
que busca un beso tímido en un cuello descubierto,
taparás con el sombrero el lado izquierdo de tu pecho,
con la ilusión de que luche para descubrir lo que esconde,
erguirás tu espalda y mirándome fíjamente,
taparás con el tu ombligo desnudo,
ya no quieres razones, quieres motivos,
te cubres tu oreja derecha con su abrigo,
te susurro en la izquierda mis suspiros…
Caes boca arriba en tu alfombra terciopelo,
descansas el sombrero en tu rodilla doblegada,
la proteges de aquella mordida no consumada,
se te olvida que tienes otra a la deriva…
lo colocas a tu lado, ya no toca tu cuerpo,
lo recojo y tapo tu rostro completo,
para recorrerte sin sentir tu mirada…
Con un gemido tómas el sombrero,
con las dos manos y de manera abrupta,
cierras el paso al túnel de tus piernas,
sin temor y con una sonrisa de una sola mejilla,
veo tu cara sonrojada,
beso tus labios apretados,
lanzas la fedora que tus pies recojen,
lucha esta para no ser arrugada,
entre calambres de pasión desbordada…
Cubro tu ser con mi cuerpo,
acaricio los rincones de tu alma,
me consumo en las llamas de tu aura,
la sangre gitana empieza su ebullición,
el Leo se mezcla con la Aries soñada,
el sombrero observa celoso,
abandonado y sólo desde su última posición…
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