Así como las plantas se alimentan del dióxido de carbono que exhalamos y los perros reaccionan ante el tono de nuestras voces, el mundo se alimenta de nuestra energía…
Cuando el odio y la violencia se apodera de nuestra corteza, el planeta grita enojado, erupciona, tiembla, se inunda…eso se llama defensa propia, como cuando cerramos el puño ante una amenaza inminente...el mundo se alimenta de nuestra energía…
Está en cada uno de nosotros proveer una alimentación balanceada a este globo en el que vivimos, al mismo que hemos irrespetado y violado, pero que como todo padre nos sigue brindando el cobijo de sus brazos, los frutos de su tierra.
Pero así de generoso, es igual de exigente y se pudre cuando el silencio de la mayoría es el indulto de nuestros verdugos!, a lo mejor, pienso yo, los dinosaurios se rindieron ante la opresión de nuestra raza y fué por eso que el planeta decidió enseñarnos su lado frío y templado renovándose de nuevo con la esperanza de un mejor balance entre sus habitantes.
El mundo se alimenta de nuestra energía y hoy el mundo nos reclama un cambio, pero no climático, nutricional o religioso, el mundo nos pide a gritos que lo imitemos en la misma escala de decibeles que el nos grita a nosotros!, la historia no está escrita para ser repetida, lo establecido no puede ser aceptado con el conformismo de los afectados, el cañaveral debe ser quemado en su totalidad para garantizar la sanidad de su próxima cosecha!...el mundo está hambriento gracias a nuestra energía desnutrida…
No somos extranjeros, ni inmigrantes ilegales, no somos americanos, europeos, asiáticos, ni isleños, primer o tercer mundistas, somos vecinos en barrios divididos por fronteras geográficas del mismo residencial llamado Tierra, somos hijos del mismo mundo, somos capaces de cambiar su curso si todos nos inclinamos hacia el mismo lado!, nada de rebaños pastoreados a su matadero, ni de ratones bailarines detrás de un flautista hipnotizante de sueños que no se cumplirán…el mundo se alimenta de nuestra energía…
Es hora de cambiar el menú, la dieta nutricional a la que estamos esclavizados, es hora de poner el orden en la cadena alimenticia caníbal a la que estamos sometidos, levantemos la voz, actuémos sin actuación, tomemos el riesgo pacífico para mover montañas y si no funciona porque nos amenazan con un alúd de represalias y agresión, dinamitemos con fuerza al volcán agresor y disfrutaremos del silencio pacífico de un valle fértil en nuestras vidas, que nos brindará este mundo agradecido, que se alimenta de nuestra energía!...
