Wednesday, December 20, 2017

"El que mucho abarca..."

Hablando y hablando sobre todos los proyectos que tengo en agenda y mi decisión hace un par de meses de trabajarlos todos casi al mismo tiempo, saltó a relucir la tradicional frase: “El que mucho abarca, poco aprieta”, dándole la bienvenida una vez más al dilema de cual proyecto priorizar, cual poner en fila y cual sacar de la lista hasta que le llegue su momento. Volvió la procastinación.

Tratando de organizar las ideas y empezar a ordenar mi orden de los factores, caí en cuenta de que hasta ahora, he escrito dos historias de acción, una animada preciosa para niños, una comedia/drama ligera inspirada en un hecho real y los milagros, tengo en fila mi gaviota, mi karma, los 15, un viaje de ida y vuelta, una travesía con mis Filibusteros, los cuentos para Sabrina, mi espada de grafito, La jeva en mi libreta, cigüapas, una historia inspiradora sobre la importancia de la concientización sobre la violencia de género, mis aventuras pasillo a pasillo por el supermercado, la pareja feliz, mi secuestro, el corto ajeno donde lo único que tenemos es esa escena al borde y hasta aquella historia de “que me lleve el Diablo”, tributo a una anécdota de un gran amigo.

Tengo historias, he vivido y en algún rincón escondido, todas, tienen un pedacito de mis experiencias personales disfrazadas de ficción.

Luego de analizar todo esto, entendí que organizar mis proyectos en algún orden específico, es como cuando hacemos una lista de arreglos que queremos realizar en la casa. Por ejemplo: hay que cambiar las zapatillas de las llaves del baño, cambiar los quemadores de la estufa, pintar el frente, poner un toldo nuevo y arreglar aquella filtración del techo. Un día te despiertas decidido a empezar con los arreglos, vas a la ferretería a comprar las zapatillas y los quemadores, pero resulta que se agotaron o no los venden ahí, desilusionado y listo para volver con las manos vacías, te das cuenta que lo que si tienen, es la pintura en especial, así que aprovechas la oferta y pintas el frente de la casa.

Cuando terminas de pintar, te paras frente a tu casa y admiras tu trabajo, a lo que un vecino se te acerca, te halaga y te dice que el quisiera pintar la suya, pero que no sabe de eso. Tu te ofreces a ayudarlo, mientras comentas que luego quisieras poner un toldo y descubres que tu vecino de eso sabe, porque los vende. Llegan a un acuerdo mutuo, lo ayudas pintando y el te monta el toldo.

Sin saberlo, haz tachado dos pendientes de tu lista, te sientes realizado, el pecho inflado y orgulloso hasta que llegas al baño… la llave sigue goteando y las ollas están negras por los quemadores de la estufa. Ignoras esos detalles, apagas las luces para no ver y te acuestas satisfecho por haber pintado el frente y puesto el nuevo toldo, cuando de repente, en el silencio y la oscuridad de la noche, la gotera de la filtración no te deja dormir.

Eso pasa con mis proyectos. La prioridad de cada uno la determina la situación y las oportunidades y ofertas que el destino te pone en el camino. El orden de los factores no altera el producto, pero para realizar la ecuación, hay que sentarse a desarrollarla, soñar no es gratis, si decides materializar tus sueños, te va a costar y mucho, pero si no sales a la ferretería con la lista hecha, el frente se quedará sin pintar, el toldo sin montar, las zapatillas sin cambiar, los quemadores no dejarán de humear y la gotera de la filtración no te dejará dormir.

El que mucho abarca, ¡algo aprieta!. Y tranquilo, que cuando logres hacer todos los arreglos de la casa que estaban en tu lista, se quemará un bombillo, la nevera dejará de enfriar y ya no hay pan para la cena. Vuelve a tomar el lápiz, coloca la libreta frente a ti y empieza a escribir… una nueva lista.

#Vívelo
#Escríbelo
#Compártelo

Galop./
20/12/2017

Tuesday, January 17, 2017

Hola Evelyn!...


Hoy hace ya un año de tu partida y creo que esta es la tercera vez que cruzamos palabras…

La primera debe haber sido hace más de 20 años y fue un encuentro corto, mas bien un saludo cordial cuando pasaba a buscar a Arline no recuerdo para qué. La segunda sin embargo, recuerdo fue hace casi 6 meses atrás cuando, de nuevo por corto tiempo, trataba de explicarte las razones de mis continuas visitas y mis intenciones con tu hija, a ver si así, me permitías dormir un par de horas sabiendo que ya te había sentido y entendía tus razones de hacerte sentir.

Hoy me preparo para acompañar a tu hija y a tus amigos de siempre a recordarte y celebrar tu vida, ya que no creo en eso de los aniversarios de partidas, además, para mi, aunque te parezca difícil de entender, no te has ido, solo nos observas desde otro punto de vista.

Dicho esto, aprovecho este tercer encuentro para ponerte al día de un par de nuevos acontecimientos, desarrollo de otros y quizás conocernos un poquito más, así que:

Hola Evelyn!…

Lía está grandísima!, claro, cuando yo llegué en esta ocasión, ya ella estaba allí. Su sonrisa y su corazón son tan grandes como su estatura (a diferencia de la madre, jeje!), su nobleza define desde ya la gran mujer en la que se va a convertir y además, te cuento, se lleva fenomenal con mis enanos, sus primos.

Hola Evelyn!…

Si bien mi llegada a la vida de tus nenas fue fortuita, nos conocemos hace un rato ya. Ambas me han regalado nuevas sonrisas y un aire mágico de frescura que hoy se respira entre estas paredes al que llamamos hogar, con decirte, que hasta perrito nuevo tenemos, el Coco Loco. Asumo que su apellido es algo que va en los genes.

Hola Evelyn!...

Me gusta cocinar, disfruto la compañía de los buenos amigos, bebo quizás más de lo que debería, escribo porque soy soñador y me gusta contar historias y relatar vivencias, lloro por todo, pero me caen bien mis lágrimas, tengo un temperamento extraño, pero mis intenciones son puras, duermo poco por las noches, pero esa parte la conoces bien, ya que has hecho de este hogar, el tuyo también.


Hola Evelyn!...

Si, te sentí de nuevo. Te mudaste con nosotros para estar cerca y mantenerme a raya y claro, para estar cerca de tus nenas. Si, te sentí de nuevo. Se que eres tu porque mis ángeles tienen su rutina propia y tus pasos y movimientos ya empiezo a reconocerlos, así que no creas que has logrado asustarme.

Hola Evelyn!...

Ponte cómoda, gracias por venir a convivir con nosotros, por favor enséñale a Coco a no comerse las cortinas y hacer sus “cosas” en los periódicos de atrás. Se me hace tarde, voy a comer, bañarme y prepararme, no para visitarte, sino para saludar a tus amigos, los de siempre, que hoy te recuerdan y celebran tu vida, sin saber que a partir de hoy, yo empiezo a conocerte y celebrar nuestro encuentro.

Hola Evelyn!... hablamos al rato.

Galop./
Enero 17, 2017.