Tuesday, August 11, 2015

Extremos Opuestos de Ciudad…


La noche empezaba su final en un extremo de la ciudad,
mientras en el lado opuesto,
despertaba la luna en un amanecer estrellado,
las cuerdas acompañaban versos convexos,
mientras yo decidía despedirme del lado que me acorralaba,
para darle los buenos días a una noche que recién empezaba,
en aquel punto opuesto de la ciudad…

Mi entrada no fue gloriosa como la del artista en tarima,
nadie me esperaba,
a excepción del bartender que entendió mi mirada,
sólo valió un gesto y el perfume etílico de mi piel se vio reforzado,
una voz enamoraba a los enamorados,
la misma emborrachaba de tristeza a los que llegábamos…

Una mano me hizo señas entre risas,
me ofrecieron una silla de espaldas y ocupada,
sus piernas cómodamente se estribaban huyendo del calor,
mi caballerosidad escondida floreció para mantener su inmovilidad,
su comodidad se vio invadida por mi foránea aparición,
sus extremidades inferiores se encogieron,
la invasión a su espacio había empezado…

Me divorcié de mi realidad inmediata,
la usé de excusa para romper el hielo derretido en una noche de verano,
la acorralé con ataques sutiles de gigoló en payasadas,
traté de sacarla de su zona de confort,
alegué seguridad en una autoestima inexistente,
me confesé sin motivo aparente,
me desnudé ante una conocida del instante,
retorné a mi realidad parpadeante…

No recuerdo los detalles de la conversación,
ni las rimas de aquella voz a mis espaldas,
me quedan destellos del sudor que la arropaba,
la foto que me pedía le pasara,
su mirada achinada y aquel mensaje que enunciaba,
“no voy a abundar, no me gusta hablar de mi…”

La noche llegó a su fin en ambos extremos de la ciudad
y entre mis etílicas lagunas mentales creo recordar,
entre todas aquellas cosas que nunca me contó,
que envidié su camiseta sport anti-calor,
que su apellido no era santo de su devoción
y si mi mal no recuerdo, aunque puede haber sido solo un rol,
me parece que mencionó que su nombre era Marisol…

Galop./
Agosto 11, 2015.-

Monday, August 03, 2015

La Rabia que me Calma...


Pasan días eternos sin tu presencia,
la arena del reloj no entiende de gravedad,
el tiempo no avanza con tu ausencia,
el aire que no respiro exhala soledad,
me da rabia la inseguridad…

Te pienso y me enojo, me irrito, me desvelo,
te sueño con furia, despierto con coraje,
siento una rabia que me calma,
me llena de ira pensarte salvaje,
me calma la rabia que me da pensarte…

Un sentimiento antónimo me arropa,
odio la tranquilidad de las horas diminutas,
mi fragilidad desprotegida cuando me tocas,
la facultad etérea con la que me incitas,
tu maldita rabia que me calma…

Vuelvo a las paredes que me encierran,
odio quererte y no tenerte,
me desespera el peso de tus cadenas,
no quiero verte, quiero olvidarte,
a ti y a esa maldita rabia que me calma…

Galop./
Agosto 3, 2015.-