Caen con furia las lágrimas que derrama el cielo,
golpean fuerte el asfalto que atropellamos a diario,
suenan los tambores eléctricos desde la infinita nube gris,
los retumbes acústicos de mis cubetas en el patio,
nos sorprenden los destellos de la tormenta…
Llueven sobre mi las gotas que no me mojan,
las que me hieren por la ausencia de su sonrisa,
las gotas que nublan mi mirada con el recuerdo,
el clima que me transporta a la pereza acompañada,
el vacío insonoro en el costado izquierdo de mi pecho…
Caen con furia las lágrimas que derrama el cielo,
la ironía de nuestras caras infantiles pasean por mi mejilla,
el olor a chocolate caliente invade mi estufa apagada,
la cursilería de un abrazo interminable se apodera de mi,
junto a los retumbes acústicos de las cubetas en el patio…
Llueven sobre mi las gotas que no me mojan,
hacen un balance las ausencias que me acosan;
el vacío insonoro en el costado izquierdo de mi pecho,
el inmóvil espacio derecho de mi cama…
mis ganas de secar las lágrimas que derrama su cielo…
Galop.-
Agosto 23, 2014.