Quienes me conocen, me siguen o me leen, saben ya de mi fetiche con las miradas de mujer… una mirada puede transmitir un sin número de sentimientos, hasta cuando es observada en un solo fotograma, la mirada de una mujer desnuda su alma, fulmina a un enemigo, derrite a quien la encuentra cautiva…
Luego están las sonrisas, esas que transmiten paz en tiempos de guerra, las que te hacen olvidar tu realidad por segundos, las que te acarician las cicatrices del corazón, esas que vienen en distintos tamaños y sabores, algunas mudas, otras que explotan haciéndote saltar y de inmediato contagiándote con sus altos decibeles y aquellas que ripostan con una mirada y una arruga cómica en la nariz…
Si de una cosa estoy seguro, es que cuando ambas se fusionan por un instante, me transporto a ese rincón cursi escondido en lo más profundo de mi ser, me refugio en ese cajón abstracto y observo, disfruto, olvido y con la mirada perdida…sonrío…
Pasar un rato rodeado de esta mezcla preciosa, labios y pupilas nuevas con las que haces química inmediata, la gracia de observarlas como espectador y sucumbir en lágrimas de carcajadas con tal espectáculo, me inspiran a ver las cosas desde otra perspectiva, me ayudan a llenar mis vacíos, aumentan mi gran fetichismo entre sonrisas y miradas.
Galop./
21 de junio, 2015
...un poco de poesía, es como un poco de caldo de pollo para el alma... ...lo más cursi, es tratar de negar que todos lo somos!...
Sunday, June 21, 2015
Tuesday, June 09, 2015
Sobre “Tomar, Dejar y buscar tu Paz”…
Hoy leí algo por “causalidad” (porque no creo en las casualidades) que se ajustó a mi cabeza como aquella frase de “al que le quede el sombrero, que se lo ponga!”…
Era una reflexión acerca de aquellas relaciones que nos marcan, ese apego y obsesión que nos arropa convenciéndonos de que ese es el amor verdadero, el único que te puede brindar felicidad, el único real que queremos… hay que aprender a tomar…
Hay personas que llegan a nuestras vidas con un propósito específico, contaba esta reflexión; y cuando el propósito se cumple, llega el momento de seguir su camino y no necesariamente con nosotros. Este tenebroso momento nos deja destrozados, sin ánimos, pensamos que somos incapaces de volver a amar y caemos… hay que aprender a dejar…
Toda persona importante que llega a nuestras vidas tiene la misión de dejar una huella que se tatúa en nuestros cuerpos para siempre, algunas huellas son recuerdos preciosos, experiencias bellísimas y otras, son como pisadas que lo que dejan son heridas que solo el tiempo puede cicatrizar: “El dolor es obligatorio, pero el sufrimiento es opcional”. Sin importar el orden de los factores, cada huella, cada pisada, cada recuerdo, cada cicatriz.. es un aprendizaje.
Lo importante en este viaje de emociones, encuentros y relaciones, es aprender de cada uno de ellos, entender que el paso de cada una de esas personas estaba destinado a enseñar o transformar algo que necesitabas en ese momento específico, tenemos que aprender a tomar lo bueno de cada experiencia, atesorar todo lo positivo que nos marcó, olvidarnos de cualquier traspié, hay que aprender a dejar atrás las ataduras y quedarnos con el recuerdo de todo lo que nos hizo feliz mientras duró, aparte de que debemos acordarnos, que nosotros también llegamos a su vida con una misión que ya cumplió su cometido. Todos somos parte importante de alguien, en pasado, presente y futuro…tenemos que aprender a ser felices… Tomar, Dejar y encontrar nuestra Paz!.
Galop./
9 de Junio, 2015
Era una reflexión acerca de aquellas relaciones que nos marcan, ese apego y obsesión que nos arropa convenciéndonos de que ese es el amor verdadero, el único que te puede brindar felicidad, el único real que queremos… hay que aprender a tomar…
Hay personas que llegan a nuestras vidas con un propósito específico, contaba esta reflexión; y cuando el propósito se cumple, llega el momento de seguir su camino y no necesariamente con nosotros. Este tenebroso momento nos deja destrozados, sin ánimos, pensamos que somos incapaces de volver a amar y caemos… hay que aprender a dejar…
Toda persona importante que llega a nuestras vidas tiene la misión de dejar una huella que se tatúa en nuestros cuerpos para siempre, algunas huellas son recuerdos preciosos, experiencias bellísimas y otras, son como pisadas que lo que dejan son heridas que solo el tiempo puede cicatrizar: “El dolor es obligatorio, pero el sufrimiento es opcional”. Sin importar el orden de los factores, cada huella, cada pisada, cada recuerdo, cada cicatriz.. es un aprendizaje.
Lo importante en este viaje de emociones, encuentros y relaciones, es aprender de cada uno de ellos, entender que el paso de cada una de esas personas estaba destinado a enseñar o transformar algo que necesitabas en ese momento específico, tenemos que aprender a tomar lo bueno de cada experiencia, atesorar todo lo positivo que nos marcó, olvidarnos de cualquier traspié, hay que aprender a dejar atrás las ataduras y quedarnos con el recuerdo de todo lo que nos hizo feliz mientras duró, aparte de que debemos acordarnos, que nosotros también llegamos a su vida con una misión que ya cumplió su cometido. Todos somos parte importante de alguien, en pasado, presente y futuro…tenemos que aprender a ser felices… Tomar, Dejar y encontrar nuestra Paz!.
Galop./
9 de Junio, 2015
Subscribe to:
Posts (Atom)