Como si fuera el resultado de una nueva colección salida de las pasarelas de Milán,
hace un par de años nos ha embestido una nueva moda tan gigantesca como un tsunami,
nos ha invadido, la Moda del Cristianismo…
Pareciera como si Vogue y GQ se hubiesen puesto de acuerdo
y decidieron que para estar “IN”, había que asistir a misa,
unirse al rebaño de siervos del Señor y al mismo tiempo,
publicar su “FE” en las redes virtuales y círculos sociales…
He tratado de estudiar las causas y efectos de esta nueva moda,
tengo meses y quizás años, analizando este fenómeno
y he podido llegar a varias hipótesis de el “Por Qué?”,
lo positivo, lo negativo, lo curioso y lo evidente…
como siempre, arrojo en estas estocadas,
mi más sincera y personal conclusión…
analicemos…
Decir, Yo soy cristiano, entregado a mi iglesia,
soy siervo de Dios y en el todo confío,
me remonta a mis años de estudio en el colegio:
Nuestra Señora de la Altagracia (CONSA),
donde era obligatorio asistir a misa los domingos,
como parte de nuestra nota de religión…
En aquella época, aunque yo era un estudiante “mercenario”,
entiéndase, cabeza caliente!, me entró curiosidad y empecé,
mi relación con el hippie del 2do. Piso,
al mismo tiempo,
que descubría la hipocresía tras el disfraz de la “FE”…
Ser “Cristiano”, o mejor dicho, creyente en Dios,
va más allá de los rezos con vestidos largos y rosarios en las manos,
va más allá de las sotanas y las religiones,
va más allá de las iglesias y quienes las dirigen…
Qué logra una persona yendo a misa todos los domingos
y profesando una fé disfrazada,
cuando sus actos, predican lo contrario?...
Dice Ricardo Arjona en una canción:
“Rezando 2 Padre Nuestro, el asesino no revive a su muerto…”,
Pero al mismo tiempo y en otra canción dice:
“Es el mismo que dijo que volvería,
pero esta vez la estrategia, no es igual…”.
Estamos viviendo la temporada del momento,
estamos viviendo la “Moda del Cristianismo”…
para algunos, pasará como pasaron,
los pantalones campanas a jeans tubitos,
los jacket’s de jean a leather,
el Drakkar a Hugo Boss
y los Van’s a Ferragamo…
A mi entender, luego de analizar el fenómeno,
llegué a una conclusión…
vivimos un mundo muy acelerado,
lleno de violencia, hipocresía y demás
y la moda, para muchos, pasará como siempre,
hasta que llegue la nueva colección de invierno…
Pero para muchos, al igual que a los “ochenteros”,
esta moda marcará sus vidas…
a el hermano de mi compañera de clases,
la moda lo sacó de las drogas para siempre,
con el mismo amor que le profesa a su camiseta “OP”,
el papá de una amiga, se puso de moda
y el alcohol dejó de ser su pesadilla familiar
y mis amigos, los hombres machos masculinos,
cierran sus ojos bañados en lágrimas
y rezan por un mundo mejor para sus hijos…
Estamos viviendo la “Moda del Cristianismo”
y a mi, no me importa de que color venga,
no me importa cual casa la comercialice,
ni quienes dejen de usarla cuando pase de moda…
Lo que si me importa,
es que el diseñador es el mismo
y nosotros,
los compradores de marcas,
los seguidores de lo nuevo,
los consumidores de hoy,
entendimos que hay “modas”,
que nunca pasan de “moda”
y si el “Armani” de mi vecino,
lo convierte en una mejor persona,
yo le apoyo de manera incondicional,
su pasión de vestirse por completo,
con la “Moda del Cristianismo”…
Galop./
28/10/09
...un poco de poesía, es como un poco de caldo de pollo para el alma... ...lo más cursi, es tratar de negar que todos lo somos!...
Wednesday, October 28, 2009
Thursday, October 15, 2009
LA QUEMA DE CAMPILLO
Eran las cinco de la tarde y diez kilómetros a la redonda, en la ciudad de Campillo todos los habitantes de la zona estaban bajo el efecto hipnotizante del aire que se respiraba, Doña Joaquina, la jamona religiosa del barrio, andaba bailando por la calle 13 mientras gritaba de manera jocosa sus ansias de compartir su lecho con cualquier masculino que le hiciera el favor de remontarla a su juventud moza sin tabúes atados a la cruz de su rosario.
En el colmado de Mon, estaban todos con cataratas de la risa en los ojos, Julián decía que Pascual tenía los ojitos como el par de uno con el que había empezado la mano de dominó que jugaban; Don Gilberto, analizaba con mucha atención aquella hormiguita paracaidista amarilla que había caído en la mesa desde la mata de jabilla y Mon, que no era dulcero, se comía dos chocolates “Mas-Mas”, sin ni siquiera saber de donde le salía esa hambre tan feroz.
Mientras, en la esquina de la manzana 4D, Carlitos el frutero parecía haberse sacado la loto, ya que le brindaba servicios de piña, guineo, lechosa, sandía y melón picadito con miel de abeja a todo el ser vivo que le pasaba por el lado mientras decía: coman fruta mis hijo, coman!, que Dios aprieta, pero da de come!...
La verdad es, que la ciudad de Campillo parecía estar bajo el extraño hechizo sarcástico de alguna bruja burlona, ya que hasta la pandilla de “Colas C”, como le decían al grupo de perros kaki viralatas del barrio, estaban tirados patas para arriba en el parquecito, aullando bajito y por momentos, sus lamentos dedicados a la luna, que todavía dormía silente esperando que el sol se acostara en su momento entre las lomas del oeste…
Era un mundo bizarro como sacado de un cuento de Mark Twain con una pizca de limón literario de Bosch… el predicador lloraba sus palabras en el silencio misterioso de su megáfono apagado, los niños dejaban sus bicicletas y dormían siestas que nunca habían tomado y todo parecía estar pasando en cámara lenta y flotando como una película de artes marciales moderna dirigida por John Woo!, era todo un paréntesis, una pausa comercial dentro de la realidad tangible de Campillo y el país donde vivimos.
A unos cuantos kilómetros de ahí, sentados sobre dos latas de aceite, con las mangas del uniforme remangadas hasta los brazos, los botones desabotonados hasta casi verse el ombligo, uno mordiendo su gorra y el otro rascándose con una media los espacios entre sus dedos del pié derecho, estaban Juan y Lalín.
Juan!, loco!, y es puliendo un bumper que tu tá con esa media?, es que como que me pica men, -respondía entre risas Juan-, ahora Lalín, ese fuego tá alto loco!, Cuál fuego viejo?, -preguntaba confuso Lalín-, El de la basura idiota!, parece que las llamas van a llegar al cielo viejo… A mi lo que me tiene malo es el humazo!, –respondió Lalín-, y que clase de matas había en esas fundas Juan?, Oh!, bueno, de tó, hierba mala, malezas, troncos con comején, Ja!, eso es lo que tu tiene en lo pié! –bromeaba Lalín-, no relaje caramba!, -respondía Juan-, yo lo que sé es que los panas me dieron ochocientos pesos para quemar todas esas fundas llenas de la basura de un monte que pelaron y de ahí iban a llevar otra basura pa’ otro lao… que hambre loco, -murmuraba somnoliento Lalín-.
La tarde caía en la ciudad de Campillo y mientras entraba la noche, parecía como si le hubiesen bajado los breakers a todo el mundo que dormían como osos en invierno, mientras en el resto del país el noticiario de las nueve anunciaba:
“Como en una comedia de Hollywood se extraviaron esta tarde seiscientos kilos de marihuana confiscada que estaba destinada a ser cuantificada y luego quemada por la Dirección General de Drogas, el vocero de esta entidad confirmó el apresamiento de los transportistas que entregaron cientos de fundas llenas de malezas, troncos secos y grama en vez del alucinógeno en cuestión, añadió además, que dicha institución no descansará hasta no dar con el paradero de la droga desaparecida.”
Eran las once de la mañana siguiente, donde todo transcurría normal en Campillo, entre el silencio capcioso de algunos, como Doña Joaquina, que caminaba cabizbaja tratando de pasar desapercibida, mientras regresaba de misa, obviando el acostumbrado camino más corto hacia su casa, que se lograba atravesando la calle 13.
En el colmado, Mon le entregaba al vendedor de “MAS-MAS” todos los chocolates que tenía en existencia exigiendo sus cuartos para atrás, alegando que estaban vencidos y causaban daños cerebrales, mientras afuera, debajo de la mata de jabilla, Julián todavía se echaba a carcajadas cada vez que veía el par de uno…
Los niños corrían como gacelas en ruedas por el barrio, al mismo tiempo que los “Cola C” corrían ladrando tras de ellos y Carlitos el frutero iba de puerta en puerta cobrando su “brindis” del día anterior alegando demencia momentánea, mientras a lo lejos se escuchaba la noticia sobre lo cerca que está el fin del mundo, vociferada a través del megáfono del predicador.
A unos cuantos kilómetros en un monte, Juan y Lalín, unidos en un lazo amoroso entre los brazos de Morfeo, el terreno negro evidencia de lo acontecido y las cenizas de una quema equivocada.
En el colmado de Mon, estaban todos con cataratas de la risa en los ojos, Julián decía que Pascual tenía los ojitos como el par de uno con el que había empezado la mano de dominó que jugaban; Don Gilberto, analizaba con mucha atención aquella hormiguita paracaidista amarilla que había caído en la mesa desde la mata de jabilla y Mon, que no era dulcero, se comía dos chocolates “Mas-Mas”, sin ni siquiera saber de donde le salía esa hambre tan feroz.
Mientras, en la esquina de la manzana 4D, Carlitos el frutero parecía haberse sacado la loto, ya que le brindaba servicios de piña, guineo, lechosa, sandía y melón picadito con miel de abeja a todo el ser vivo que le pasaba por el lado mientras decía: coman fruta mis hijo, coman!, que Dios aprieta, pero da de come!...
La verdad es, que la ciudad de Campillo parecía estar bajo el extraño hechizo sarcástico de alguna bruja burlona, ya que hasta la pandilla de “Colas C”, como le decían al grupo de perros kaki viralatas del barrio, estaban tirados patas para arriba en el parquecito, aullando bajito y por momentos, sus lamentos dedicados a la luna, que todavía dormía silente esperando que el sol se acostara en su momento entre las lomas del oeste…
Era un mundo bizarro como sacado de un cuento de Mark Twain con una pizca de limón literario de Bosch… el predicador lloraba sus palabras en el silencio misterioso de su megáfono apagado, los niños dejaban sus bicicletas y dormían siestas que nunca habían tomado y todo parecía estar pasando en cámara lenta y flotando como una película de artes marciales moderna dirigida por John Woo!, era todo un paréntesis, una pausa comercial dentro de la realidad tangible de Campillo y el país donde vivimos.
A unos cuantos kilómetros de ahí, sentados sobre dos latas de aceite, con las mangas del uniforme remangadas hasta los brazos, los botones desabotonados hasta casi verse el ombligo, uno mordiendo su gorra y el otro rascándose con una media los espacios entre sus dedos del pié derecho, estaban Juan y Lalín.
Juan!, loco!, y es puliendo un bumper que tu tá con esa media?, es que como que me pica men, -respondía entre risas Juan-, ahora Lalín, ese fuego tá alto loco!, Cuál fuego viejo?, -preguntaba confuso Lalín-, El de la basura idiota!, parece que las llamas van a llegar al cielo viejo… A mi lo que me tiene malo es el humazo!, –respondió Lalín-, y que clase de matas había en esas fundas Juan?, Oh!, bueno, de tó, hierba mala, malezas, troncos con comején, Ja!, eso es lo que tu tiene en lo pié! –bromeaba Lalín-, no relaje caramba!, -respondía Juan-, yo lo que sé es que los panas me dieron ochocientos pesos para quemar todas esas fundas llenas de la basura de un monte que pelaron y de ahí iban a llevar otra basura pa’ otro lao… que hambre loco, -murmuraba somnoliento Lalín-.
La tarde caía en la ciudad de Campillo y mientras entraba la noche, parecía como si le hubiesen bajado los breakers a todo el mundo que dormían como osos en invierno, mientras en el resto del país el noticiario de las nueve anunciaba:
“Como en una comedia de Hollywood se extraviaron esta tarde seiscientos kilos de marihuana confiscada que estaba destinada a ser cuantificada y luego quemada por la Dirección General de Drogas, el vocero de esta entidad confirmó el apresamiento de los transportistas que entregaron cientos de fundas llenas de malezas, troncos secos y grama en vez del alucinógeno en cuestión, añadió además, que dicha institución no descansará hasta no dar con el paradero de la droga desaparecida.”
Eran las once de la mañana siguiente, donde todo transcurría normal en Campillo, entre el silencio capcioso de algunos, como Doña Joaquina, que caminaba cabizbaja tratando de pasar desapercibida, mientras regresaba de misa, obviando el acostumbrado camino más corto hacia su casa, que se lograba atravesando la calle 13.
En el colmado, Mon le entregaba al vendedor de “MAS-MAS” todos los chocolates que tenía en existencia exigiendo sus cuartos para atrás, alegando que estaban vencidos y causaban daños cerebrales, mientras afuera, debajo de la mata de jabilla, Julián todavía se echaba a carcajadas cada vez que veía el par de uno…
Los niños corrían como gacelas en ruedas por el barrio, al mismo tiempo que los “Cola C” corrían ladrando tras de ellos y Carlitos el frutero iba de puerta en puerta cobrando su “brindis” del día anterior alegando demencia momentánea, mientras a lo lejos se escuchaba la noticia sobre lo cerca que está el fin del mundo, vociferada a través del megáfono del predicador.
A unos cuantos kilómetros en un monte, Juan y Lalín, unidos en un lazo amoroso entre los brazos de Morfeo, el terreno negro evidencia de lo acontecido y las cenizas de una quema equivocada.
Thursday, October 01, 2009
Los Nuevos Zarpazos de mi Espada!
Vienen nuevos tiempos!
hemos pasado a ver el mundo de otro modo,
algo así como Oda de una Muerte Anunciada,
solo que esta vez,
estamos tratando de resucitarlo antes de que fallezca!
Los zarpazos que quiero trazar
van atados a tantos temas que,
no se ni por dónde empezar...
creo que me he vuelto más pro-causa,
pero no me considero radical,
es más bien como que entendí,
que mi deber es usar mi vocación para comunicar,
reflexionar y activar ese botoncito interno,
que nos impulsa a actuar!...
Serán diversos,
serán muchos,
algunos tristes,
algunos chistes,
otros de intrigantes,
peticiones y oraciones,
agradecimientos y regaños,
si,
serán diversos,
pero SERAN!!!!
hemos pasado a ver el mundo de otro modo,
algo así como Oda de una Muerte Anunciada,
solo que esta vez,
estamos tratando de resucitarlo antes de que fallezca!
Los zarpazos que quiero trazar
van atados a tantos temas que,
no se ni por dónde empezar...
creo que me he vuelto más pro-causa,
pero no me considero radical,
es más bien como que entendí,
que mi deber es usar mi vocación para comunicar,
reflexionar y activar ese botoncito interno,
que nos impulsa a actuar!...
Serán diversos,
serán muchos,
algunos tristes,
algunos chistes,
otros de intrigantes,
peticiones y oraciones,
agradecimientos y regaños,
si,
serán diversos,
pero SERAN!!!!
Alguien que me lo explique por favor!
Sin ofensas personales, sin ganas de opinar sin saber, sin radicalismos, tratando de no politizarlo e intentando verlo de manera "objetiva", alguien me puede explicar "Qué beneficios le brinda al Estado dominicano y a la ciudadanía en general el sindicato choferil FENATRANO???"...
O sea, hay información que quizás, yo no manejo (como muchos dominicanos!), pero en las calles de este hermoso país, SI MANEJO! (como muchos dominicanos!) y es que...no entiendo...
Los vehículos de transporte público se creen los amos y señores de las calles, parecen piratas de la política con eso de que se pasan del carril de extrema izquierda, al carril de extrema derecha en 3 segundos y en menos de 3 metros!, y cómo eh?...los pithcer de guagua te insultan, los carros públicos no miran a ningún lado, uno tiene que escudarse!, te chocan y nadie responde, se paran en cualquier intersección, tapan una esquina (algo así como en la lope de vega nadie puede doblar a la derecha en la JFK porque una señora guagua está medio a medio y dura 4 minutos en moverse!...esto sin contar, que no respetan las tarifas y le cobran lo que quieran a los pasajeros...
Entonces, si alguien puede, por favor explíquenme las razones de nuestro sacrificio de tener que soportar estos, literalmente, atropellos de FENATRANO!!!...si me preguntan a mi, yo creo que aquí hacen falta 2 personas: uno que tome la decisión y otro que ejecute la acción!!!
Si ponemos la OMSA como manda el libro y designamos taxi's o guaguas más pequeñas de transporte público del estado (para zonas más rurales y accesos difíciles) que garanticen un transporte eficiente, si lograramos ese 1er. paso, yo repetiría la historia de SITRACODE y pongo a los dominicanos a decir en unísono: "Se lo llevarooon!!!" y acabo con FENATRANO.
Me parecen unos abusadores, aprovechadores, aparte del daño diario en sus travesías, además hay que subsidiarlos porque al fin, ellos son "pobres padres de familia tratando de trabajar de manera honrada para sustentar sus familias y son maltratados y marginados"...o sea, yo tengo 4 hijos, nadie me subsidia el colegio, ni el supermercado, no me subsidian la gasolina, pago la luz como si la tuviera! y aparte de eso, tengo que pagar una funda de impuestos como impuesto sobre la renta, itbis, el ANTICIPO!!!, y todo esto, sin haber cobrado mis facturas, porque sino, me multan!!! y tengo que aguantar la DICTADURA TERRITORIAL DE LOS DUEÑOS DE LA CALLE, LOS FENATRANO!...quién es el padre de familia maltratado y marginado ahora???
Por favor (respiro hondo!)...alguien que me lo explique por favor, porque yo, con los tapones y los abusos, ya me puse bruto...
Galop./
O sea, hay información que quizás, yo no manejo (como muchos dominicanos!), pero en las calles de este hermoso país, SI MANEJO! (como muchos dominicanos!) y es que...no entiendo...
Los vehículos de transporte público se creen los amos y señores de las calles, parecen piratas de la política con eso de que se pasan del carril de extrema izquierda, al carril de extrema derecha en 3 segundos y en menos de 3 metros!, y cómo eh?...los pithcer de guagua te insultan, los carros públicos no miran a ningún lado, uno tiene que escudarse!, te chocan y nadie responde, se paran en cualquier intersección, tapan una esquina (algo así como en la lope de vega nadie puede doblar a la derecha en la JFK porque una señora guagua está medio a medio y dura 4 minutos en moverse!...esto sin contar, que no respetan las tarifas y le cobran lo que quieran a los pasajeros...
Entonces, si alguien puede, por favor explíquenme las razones de nuestro sacrificio de tener que soportar estos, literalmente, atropellos de FENATRANO!!!...si me preguntan a mi, yo creo que aquí hacen falta 2 personas: uno que tome la decisión y otro que ejecute la acción!!!
Si ponemos la OMSA como manda el libro y designamos taxi's o guaguas más pequeñas de transporte público del estado (para zonas más rurales y accesos difíciles) que garanticen un transporte eficiente, si lograramos ese 1er. paso, yo repetiría la historia de SITRACODE y pongo a los dominicanos a decir en unísono: "Se lo llevarooon!!!" y acabo con FENATRANO.
Me parecen unos abusadores, aprovechadores, aparte del daño diario en sus travesías, además hay que subsidiarlos porque al fin, ellos son "pobres padres de familia tratando de trabajar de manera honrada para sustentar sus familias y son maltratados y marginados"...o sea, yo tengo 4 hijos, nadie me subsidia el colegio, ni el supermercado, no me subsidian la gasolina, pago la luz como si la tuviera! y aparte de eso, tengo que pagar una funda de impuestos como impuesto sobre la renta, itbis, el ANTICIPO!!!, y todo esto, sin haber cobrado mis facturas, porque sino, me multan!!! y tengo que aguantar la DICTADURA TERRITORIAL DE LOS DUEÑOS DE LA CALLE, LOS FENATRANO!...quién es el padre de familia maltratado y marginado ahora???
Por favor (respiro hondo!)...alguien que me lo explique por favor, porque yo, con los tapones y los abusos, ya me puse bruto...
Galop./
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