Jueves 7 de octubre del 2004
Santo Domingo, D.N.
Estimados familiares, amigos y allegados:
Renuncio…
Luego de varias semanas de largas horas de razonamientos, lógicos o no, he tomado la difícil decisión de presentar formalmente mi renuncia efectiva al día de hoy.
Renuncio básicamente al miedo, al miedo de no publicar una poesía por temor a ser rechazada; al miedo de expresar mi opinión por creer que no va a ser escuchada…
Renuncio a los proyectos sin terminar, o se hace bien desde el principio o simplemente, no se hace…
Renuncio al miedo de decir NO, para no ser juzgado como pesado, renuncio en conclusión, al miedo de crecer en todos los sentidos, profesional, personal y espiritual…
Bajo ninguna circunstancia renuncio a mi trabajo…publicista, productor, creativo, copywriter, ejecutivo, escritor, psicólogo por vocación, loco por naturaleza, nunca he trabajado en nada fuera de mi área, me gusta mi trabajo, adoro lo que hago, me encantan los resultados…soy feliz con mi profesión!.
No renuncio a los chistes, la risa es el mejor remedio para cualquier dolencia, es mejor caer en gracia que ser gracioso…
Tampoco renuncio a mi familia, mis hijos, mis amigos…los hago sufrir con mis ausencias y temperamento extraño, han vivido y llorado mis experiencias, buenas o malas, pero mías…
No es negociable, renunciar a mis lágrimas, soy un llorador innato, con películas, muñequitos, historias, paisajes y parajes, la sonrisa escondida en la faz de un niño de la calle, los recuerdos de mi hermana y Gustavo Eduardo, la felicidad de mis seres queridos…son mis lágrimas, me gustan mis lágrimas, jamás renunciaré a ellas…
Me prohíbo renunciar a Dios…los que me conocen saben que nunca he sido un fanático, pero nunca he negado mi gran relación personal con el hippie del segundo piso, me la pone difícil muy a menudo, pero me regala felicidad justificada.
Soy y siempre seré un soñador, no renuncio a serlo. Los sueños son gratis, entretienen e inspiran, alimentan la actividad diaria de las neuronas pasivas y son los sueños despiertos, el verdadero caldo de pollo para el alma. Me quedo con ellos.
Si renuncio a las cosas banales, a la hipocresía, a los malos tratos, a la indiferencia y sobre todo, renuncio a las personas negativas…que se jodan! (perdonen mi francés).
Por último, renuncio a mi derecho heredado, luego de haberle dado el uso adecuado (en demasía!), de reproducir mi legado y poblar la tierra con más primogénitos…
Sabrina es mi gran princesita, el primer proyecto realizado a la perfección, mi debilidad sentimental…Gustavo Eduardo, fue un pequeño préstamo que Dios nos hizo, y al día de hoy, nos acompaña siempre, inspirándonos a ser siempre, mejores seres humanos. Alejandro Alberto, es el reflejo de mi escencia, mi enano cómico, el gran orgullo del varoncito para todo padre…y un cuarto descendiente de este pobre mohicano, pone la carta final a esta fábrica de bellos enanitos.
Renuncio a partir de hoy, a mi participación como sobre poblador de la tierra.
Irónicamente, estoy feliz…Giselle está embarazada…último acto, se cierra el telón.
Los quiero y aprecio mucho!
Gustavo A. López C.
Papá x 4
3 comments:
No renuncies a las tardes lluviosas, a los atardeceres rojizos, a los abrazos de las amigas como yo, y al agua de coco.
Love u,
Carmen María
Tú sí ere loco Gustavo!
He leido esta "carta" algunas 4 o 5 veces, y siempre logras que broten lagrimas de mis ojos. El don, siga asi que nosotros los, los llorones de corazon, lo apoyamos siempre.
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