Tu...

No te has ido y ya te extraño,
cada noche pasa y no me canso,
parecen segundos y pasan horas,
estar contigo me hace viajar
a ese fin del mundo que anhelas visitar…

No sé cómo llamarlo, no sé cómo explicarlo,
la luz que dices a iluminado tu cueva
se aplica en ambas direcciones,
mis días solo, son oscuros,
los pequeños momentos contigo,
los convierten en amaneceres…

Y puedo ponerme “cursy” como Sabina y decir:
“que tus labios me saben igual,
a los labios que beso en mis sueños”…
y podría conformarme con tenerte en mis sueños,
aunque prefiero tenerte en la realidad,
y vivir la misma como un sueño sin final…

Y esta noche podemos estar juntos,
y aún con tu presencia, ya te estaré extrañando,
porque me parte el alma solo el pensar,
que en algún momento te he de llevar,
y devolverme solitario a mi hogar…

Tú eres ese rayito de sol,
que ilumina mi corazón en penumbras,
esa cucharita de azúcar,
que endulza el café más amargo,
esa droga tan adictiva,
que me encadena a su dependencia.

No me digas nada cuando me veas,
no es necesario ya usar palabras,
simplemente, bésame con tu mirar,
y acaricia mis labios con tu sonrisa,
dame un abrazo que nunca termine,
siente mi corazón,
como tiembla de alegría.